Si eres un fumador constante, que por lo menos consume dos cigarrillos al día, la falta de aire podría ser síntoma de algo más que “una condición de fumador”. Presta atención a los síntomas.
El consumo constante de tabaco puede provocar la presencia de ciertos síntomas, que aunque parezcan comunes porque todo fumador los presenta, en realidad podrían ser una alerta del organismo, indicando que algo más grave está sucediendo. Si alguna vez has presentado:
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Falta de aire
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Silbidos al respirar
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Opresión en el pecho
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Tos con flemas
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Tos crónica
Podrían ser los síntomas de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), un padecimiento pulmonar progresivo y potencialmente mortal que se caracteriza por la reducción persistente del flujo de aire hacia los pulmones. Esta enfermedad provoca que el grosor de los bronquios disminuya (piensa en las ramas de un árbol volviéndose más delgadas) impidiendo que pase más aire a los alvéolos (las hojas de tu árbol) lo que con el tiempo podría destruirlo.
El EPOC es causada principalmente por el humo del cigarro, por lo que entre más fumes más probabilidades tendrás de desarrollar esta enfermedad.
251 millones de personas en el mundo presentan EPOC. En sólo dos años, este padecimiento podría convertirse en la 3ª causa de muerte.
El EPOC suele presentarse de dos formas:
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Como bronquitis crónica (la cual implica una tos prolongada con moco).
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Como enfisema (la cual implica un daño a los pulmones)
La mayoría de las personas presentan una combinación de ambas afecciones, y al volverse más grave impide que realices actividades tan cotidianas como caminar, subir escaleras, tareas domésticas, o cargar cosas.
Aunque su diagnóstico es sencillo (por medio de una espirometría) todo radica en que identifiques los síntomas y acudas con tu médico, ya que muchos fumadores consideran estos síntomas como una “condición normal”. Sin embargo, el avance de esta enfermedad puede provocar la presencia de exacerbaciones, es decir, episodios intensos de disnea, tos y expectoración que pueden durar días o incluso semanas, y que requieren hospitalización.
Ya lo sabes, si fumas y tienes más de 40 años, estás en grave riesgo de padecer esta enfermedad. Presta atención a los síntomas y acude a tu médico, y sobre todo, piénsalo dos veces antes de encender ese cigarrillo otra vez.