Para quienes están pensando en tatuarse, aquí les decimos a lo que podrían enfrentarse (realmente). Como ya sabrás los tatuajes existen desde la antigüedad, aunque en los últimos años esta práctica ha ido en aumento y ya no es motivo de discriminación en muchos sectores.
La palabra tatuaje deriva del término tahitiano «tattau» que podría traducirse como «marcar».
También actualmente, y a diferencia de épocas pasadas, ya existen lugares especializados que cuentan con materiales esterilizados o desechables para evitar el contagio de enfermedades entre sus clientes. Además de que adoptan medidas asépticas, como cubiertas de plástico en el equipo y superficies. Si no ves ninguna de estas medidas es mejor que evites realizarte un tatuaje ahí, y continuación te explicamos por qué.
Seguramente has escuchado a tu mamá o a tus tías decir que los tatuajes pueden dañarte o enfermarte, pero en la mayoría de los casos esto no sucede. Lo que sí es que el 20% de quienes se realizan un tatuaje pueden presentar alguno de estos síntomas:
- Enrojecimiento de la piel
- Inflamación
- Irritación
Pero, estos síntomas son completamente normales y ocurren ya sea por la aguja, el alcohol, el diluyente de la tinta o como una reacción de tu propio cuerpo provocada por la tinta. Sin embargo, algunas personas, más o menos el 7%, puede presentar una complicación a largo plazo, que aunque es un porcentaje muy bajo lo mejor es que lo tengas en cuenta antes de tomar una decisión.
Estos son los 3 riesgos de tatuarte:
1 – Infecciones
Tras un tatuaje la piel ha sido perforada, lo que puede ocasionar que sea más fácil que bacterias y virus entren a ella. Sobre todo si la piel no ha sido preparada adecuadamente, el uso de equipo no esterilizado, tintas contaminadas, la falta de limpieza o porque después de realizado el tatuaje te rascas demasiado.
Las bacterias pueden provocar la aparición de signos y síntomas como el enrojecimiento y endurecimiento de la piel, distintos tipos de lesiones, dolor y producción de pus; a pesar de que se tomen precauciones siempre existe la probabilidad de que el tatuaje, los instrumentos o la tinta se contamine con microbios.
2 – Reacciones a las tintas
Piensa esto como una alergia, al inyectarle tinta a tu cuerpo éste puede reaccionar para eliminarla, como una respuesta de tu sistema inmune ante un agente extraño.
Esto se debe a que la tinta esta compuesta por ingredientes solventes como agua, alcohol y glicerina (los cuales se metabolizan y eliminan) y por partículas de pigmentos que pueden estar por lapsos prolongados y confieren la coloración deseada. De hecho, no se descarta que las tintas estén contaminadas con antimonio, cadmio, plomo, niquel, arsénico y otros agentes con efectos carcinógenos.
3 – Tumores benignos
También se ha relacionado a los tatuajes con la aparición de ciertos tumores benignos y casos de melanoma maligno, un cáncer letal que aparece en la piel tatuada. En el último caso, se debe a que la detección de los lunares sospechosos es más difícil debido a que la piel está cubierta.
Por esta razón, es importante que no coloques tu tatuaje sobre lunares o lesiones pigmentadas, para así poder monitorear cualquier cambio en ellas.
Ahí lo tienes, estos son los riesgos reales a los que puedes enfrentarte si decides realizarte un tatuaje, pero afortunadamente si cumples las medidas necesarias de higiene podrás evitar la mayoría de ellas.
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