A pesar de los esfuerzos que los organismos de salud están realizando desde hace ya algunos años para combatir el cáncer de mama, existen costumbres, creencias Y pensamientos muy arraigados en todas (o casi todas) las mujeres de nuestro país, que como sociedad nos impiden avanzar en esta lucha.
¿A qué nos referimos con esto?
Aunque constantemente veamos mensajes sobre la importancia de la autoexploración, el chequeo médico, la realización de una mastografía, etc. pasar a la acción es mucho más complicado de lo que las autoridades de salud creen. ¿Por qué? Porque como mujeres nos enfrentamos a problemas como:
Las ideas tabú
Cuando nos hablan de la autoexploración comúnmente utilizan frases como: «Tócate«, «Revísate después de tu periodo«, «Mírate en el espejo«, «Siente tus pechos«, que para algunas mujeres de ciertas comunidades son tabú. Ya sea por cuestiones religiosas o de crianza, hacerlo implicaría ir en contra de todo lo que les enseñaron. Por lo que simplemente ignoran los consejos, sin importar que con ello pongan en riesgo su vida.
«Las pacientes no se apegan a las indicaciones que les dan los médicos generales, o especialistas, como ginecólogos u obstetras, pues desafortunadamente viene de una cultura en que las pacientes no quieren ser revisadas y ni mucho menos pensar en las mamas o siquiera revisarse pues (para ellas) es malo que la gente se autoexplore».
-Eduardo Sirahuen Neri Presidente del COMEGO
Esta educación está fallando, a pesar de que hasta el momento la autoexploración, que se recomienda después de los 20 años, es la mejor forma de diagnosticar oportunamente el cáncer de mama y reducir significativamente las posibilidades de muerte por esta enfermedad.
Pena, el clásico «invíteme un café antes«.
Luchar al miedo a que el doctor te vea «desnuda«, que «te toque«, la pena de que un hombre (que ni conoces) sea el encargado de revisarte es un gran impedimento para muchas, pero muchas mujeres, sin importar de dónde provengan o la edad que tengan.
Detectar tempranamente los tumores se vuelve un problema complejo cuando las pacientes no se realizan la autoexploración y tampoco acuden al médico para que la realice, mismo problema que ocurre con otros padecimientos ginecológicos.
Sin embargo, la exploración clínica (la que realiza el médico general o especialista) puede permitir detectar una masa anormal (que puede ser de por lo menos 1 cm o más), que después debe ser analizada en una biopsia para determinar si es peligrosa y en el caso de serlo, comenzar el tratamiento.
La mastografía en mujeres mayores de 40 años, es un buen método de detección temprana, pues podemos detectar lesiones menores de 1cm y actuar a tiempo.
Machismo
El gran problema al que se enfrentan miles de mujeres en nuestro país, lamentablemente, es a que la decisión de acudir con un médico no la toman ellas, sino sus parejas, y obviamente, (muy relacionado con el punto anterior) los hombres no están dispuestos a dejar que un desconocido «toque a su mujer» o «las vea» porque …. no encontramos el argumento que valide esto.
De hecho, teniendo este factor cultural en mente algunos organismos de salud, como el FUCAM*, han optado por que quienes realicen la detección sean mujeres, pese a ello se han enfrentado a casos en los que, una vez detectado el cáncer en niveles altos, los familiares se niegan a apoyar el tratamiento de la paciente aún cuando de ello dependa su vida pues tendrá que «dejar que la toquen» .
Y el último pero no por ello menos importante:
Desidia
Constantemente recibimos información al por mayor sobre lo que tenemos qué hacer: autoexploración, mastografía, ir al doctor una vez al año, estar atenta a cualquier cambio etc. Pero, el gran pero, es que en realidad hacemos muy poco.
Quizá porque no queremos enfrentarnos a la posibilidad de estar enfermas, porque simplemente se nos pasa la fecha de revisión, o quizá porque creemos que «estamos jóvenes» y no nos va a pasar nada malo.
La realidad es que el cáncer de mama puede aparecer a cualquier edad, de hecho el FUCAM ha atendido casos de adolescentes de 17 años, en los que el cáncer era muy agresivo. Y lamentablemente los cambios en nuestro estilo de vida (una vida sedentaria, obesidad, uso del tabaco e ingesta de alcohol) se suman a los otros factores de riesgo, incluido el hereditario.
«Las pacientes tienen a la mano, cuando menos en la Ciudad de México, se ofrecen casi gratuitos los servicios de detección y es una pena ver las ferias para detección y (que) las personas no van».
-Eduardo Sirahuen Neri
Presidente del COMEGO
¿Algo de esto te sorprende? ¿Te parece muy real y cotidiano? Si has escuchado, dicho o conocido algo de lo que anteriormente mencionamos es momento de cambiar. Pues las mujeres somos las únicas responsables de la salud de nuestro cuerpo y sin nuestra colaboración, el problema del cáncer de mama nunca quedará en el pasado.