Sabemos que todo dolor de cabeza se siente como el fin del mundo para ti. Sin embargo, no por ello debes llamarlo migraña. En Mimisqui te contamos las diferencias entre el dolor de cabeza, la migraña, y la migraña crónica.
Comencemos con lo simple, un dolor de cabeza. Por lo menos 50% de la población mundial ha presentado dolor de cabeza en algún momento de su vida, caracterizados por:
- Dolor, incluso en el cuello.
- Sensación de opresión en ambos lados de la cabeza.
- Una corta duración.
- Y originado por el estrés.
Ahora bien, la migraña es uno de los tipos más frecuentes de dolor de cabeza, de hecho se estima que el 20% de la población puede sufrir ataques de migraña. Los cuales se desencadenan por alimentos, olores, sonidos, cambios en el clima, estrés, luces brillantes y cambios hormonales, entre otros.
A diferencia del dolor de cabeza común, con la migraña se presentan:
- Sensación de náuseas.
- Vómito (en ocasiones).
- Pulsaciones en un lado de la cabeza.
- Alta sensibilidad a la luz y el sonido.
3 de cada 10 personas con migraña presentan AURA, que incluye anormalidades de la vista, entumecimiento, temblores y problemas para hablar.
Si con esto la migraña ya te parece un problema serio, puede ponerse peor. El 8% de las personas que padecen migraña pueden desarrollar migraña crónica; debido a que los ataques de migraña van apareciendo con más frecuencia, hasta convertirse en crónicos, en muchas ocasiones está progresión está relacionada con:
- El uso excesivo de medicamentos para controlar la migraña (¡si ya padeces migrañas aguas!)
- Obesidad
- Depresión
- Eventos estresantes
Si los ataques de migraña aparecen por 15 o más días al mes, podrían considerarse como migraña crónica.
Con esta sencilla diferenciación ahora tendrás claro que es lo que te está sucediendo cada que sientas que la cabeza te explota.