No, no se trata de una enfermedad inventada por la generación millenial para faltar a clases o al trabajo, aunque ellos son el sector más susceptible a padecerla.
Actualmente nos encontramos inmersos en la cultura digital y la era de la interactividad gracias al uso de la tecnología, específicamente de los dispositivos móviles. Sin embargo, la influencia de la tecnología en nuestra vida diaria ha crecido de manera exponencial, tanto que hemos terminado por depender de ella casi para cualquier actividad que realizamos en nuestra vida diaria.
Pero
¿Qué es el tecnoestrés?
En 1997, Craig Brod definió el tecnoestrés en su libro titulado Technostress: Coping with Technology @Work @Home @Play como “cualquier impacto negativo de la tecnología en las actitudes, pensamientos, comportamientos o la fisiología del cuerpo de un individuo“.
Y es que desde hace décadas estar conectado todo el tiempo se ha vuelto un problema que genera estados estrés y ansiedad hasta que, en verdad, termina por dominarnos. Esta obsesión como hemos mencionado anteriormente puede afectar más a las nuevas generaciones, siendo ellos (en su mayoría) quienes más recurren a sus teléfonos para resolver situaciones de la vida diaria.
¿Cómo saber si padeces tecnoestrés?
Si al observar tu dispositivo móvil:
- Te estresa leer todas las notificaciones de tu correo y redes sociales.
- Te angustia no tener internet.
- Te desconcentras de otras actividades importantes.
- Te duele la cabeza por todo lo que haces diario a través de él.
Estás tecnoestresado. Pero no te preocupes, afortunadamente la cura para esta enfermedad está en pasar menos tiempo frente al monitor o la pantalla táctil.
- Organiza tus horarios de conectividad. Si tu trabajo depende de ello, procura concentrar tu tiempo sólo para esa labor.
- Realiza otro tipo de actividades en tu tiempo libre, no sólo checando el face o viendo películas en streaming.
- Relájate, pues también parte del proceso para aliviar el tecnoestrés es tomarse un tiempo para descansar.
Ahora ya lo sabes, nuestra dependencia a la tecnología (móvil) se ha vuelto tan grande que imaginar un mundo sin ella pareciera un caos total, por lo que saber en qué momentos utilizarla y en cuáles no es fundamental para gozar de una buena salud física y mental.