Es muy común que al degustar unos buenos tacos de la esquina o una hamburguesa triple con queso, nos gane la culpa de comer tanto y pidamos un refresco de dieta para hacer de cuenta que cuidamos nuestro peso.
No nos engañemos, si en serio cuidaramos nuestra dieta, no tomaríamos refresco. Aún así, muchas marcas nos hacen creer que agregando palabras a sus bebidas como light, zero o sin azúcar podemos degustarlas libremente y sin sentir culpa por subir de peso. ¡Pero eso es falso!
¿El refresco sin azúcar engorda?
Por cada 100 mL de refresco, encontramos cerca de entre 10 y 11 gramos de azúcares. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), nuestra ingesta diaria recomendada de azúcar debe ser cercana a los 25 gramos, aunque puede variar de acuerdo a nuestro índice de masa corporal (IMC).
Si una sola lata de refresco contiene 355 mL, estamos bebiendo 35.5 gramos de azúcar, o sea, poco más del 140% sobre la cantidad recomendada por la OMS. Debido a ello, y tras constantes críticas, acusaciones y problemas legales, la industria refresquera se vio obligada a buscar otras alternativas para elaborar sus productos, la respuesta se encontró en los edulcorantes artificiales.
Los refrescos sin azúcar tienen distintos edulcorantes artificiales, este tipo de endulzantes son sustancias que le dan un sabor dulce a los alimentos sustituyendo al azúcar. Pueden generar una sensación de saciedad consumiendo menos calorías. Por desgracia, al consumir azúcar falsa, el cuerpo cree que es real y libera insulina para regular los niveles de azúcar en la sangre, y al no haber, nuestro organismo nos pide consumirla para satisfacer esa necesidad. Por eso, luego buscamos los chocolates, las galletas u otras bebidas dulces para obtener más de éste.
Debido a ello, y añadiendo otro tipo de efectos dañinos para nuestro organismo como la descalcificación y la ansiedad producida por la cafeína, no importa que se trate de refrescos dietéticos, quienes la consumen diariamente tienen una alta probabilidad de desarrollar enfermedades cardíacas, diabetes, presión arterial alta y accidentes cerebrovasculares.
En resumen, los edulcorantes artificiales no contienen zúcar, no obstante provocan que queramos consumir más de él. Pero no creas que esto sólo ocurre con los refrescos, sino también con productos endulzados artificialmente. ¿Por qué no mejor acompañas tus taquitos con agüita de jamaica?