¿Sabías que cada año mueren cerca 400 mil personas alrededor del mundo a causa de la hepatitis C? Este hecho ha llamado la atención de múltiples instituciones y organizaciones nacionales y trasnacionales dedicadas a la salud debido a que, si existe un tratamiento y una cura para este padecimiento, ¿por qué tantas personas continúan falleciendo?
La hepatitis C es una enfermedad relacionada con el hígado que es causada por un virus con el mismo nombre (VHC) y que se contagia mediante el contacto con sangre contaminada.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), se propuso como meta erradicar esta enfermedad mediante planes sanitarios nacionales en más de 20 países donde se concentran más casos de hepatitis. Sin embargo, tan sólo en algunos (en su mayoría europeos) será posible alcanzar la meta a corto plazo.
¿Por qué ocurre esto?
En la actualidad, la hepatitis C se puede tratar y hasta curar, sin embargo la mejor manera de evitar que esta enfermedad avance es mediante una cultura de prevención y de cada uno se realice un diagnóstico temprano.
Desafortunadamente, la mayoría de los síntomas aparecen una vez que la enfermedad está en un estado avanzado, por lo que no es sencillo identificarla. Por ello, las personas acuden con el médico ya que esta se encuentra en un estado avanzado. Las consecuencias de no atender a tiempo la hepatitis C pueden ser desde desarrollar enfermedades graves como cirrosis o cáncer de hígado. Estos síntomas son:
- Cansancio
- Dolor y malestar estomacal
- Fiebre
- Diarrea
- Ojos y piel amarillentas
- Diarrea
- Orina de un color amarillo oscuro
¿Cómo puedo contagiarme de hepatitis C?
Contrario a lo que comúnmente se piensa, la hepatitis C no es una enfermedad de transmisión sexual en sí, pues lo que la hace contagiosa es en realidad cualquier tipo de contacto con sangre infectada. Las poblaciones que son más vulnerables son:
- Hijos nacidos de madres que padecen la enfermedad.
- Parejas sexuales de personas infectadas.
- Personas que practican el sexo anal (principalmente hombres homosexuales).
- Personas que están en constante contacto con material clínico.
Por otro lado, también existen distintas prácticas de nuestra vida cotidiana que también pueden hacernos susceptibles de contraer el virus, tales como:
- Tratar con instrumentos punzocortantes.
- Tener contacto sexual sin protección.
- Inyectarse con agujas infectadas.
- Realizarse tatuajes o perforaciones en lugares con bajos estándares de calidad.
¿Cómo puedo prevenir la hepatitis C?
Tú puedes evitar contagiarte del VHC, sólo sigue estos 3 básicos pero muy importantes consejos:
- Hazte la prueba anti-VHC. ¿Escuchaste la famosa frase “prevenir es vivir“? No esperes a sentirte mal para averiguar si tienes el virus. Acude con tu médico y detecta cualquier anomalía a tiempo.
- Evita prácticas riesgosas. Si quieres hacerte una perfo o tatuarte el nombre de tu perro, verifica la calidad sanitaria del establecimiento. Si eres poliamoroso, realiza prácticas sexuales seguras, usa condón. Y si vas a vacunarte o hacer algún procedimiento que requiera de agujas u objetos punzocortantes, checa que se trate de material estéril y en buen estado.
- Acude al médico. Si comienzas a presentar los síntomas que te hemos mencionado a lo largo de este artículo, deja la desidia y la flojera, y ve al médico cuanto antes.