Efectivamente, desde inicios de este siglo se ha estudiado la probabilidad de que aquello que pones en tus axilas podría tener alguna relación con el desarrollo de células cancerígenas. Aunque este supuesto ha sido causante de mucha controversia en diversos medios, en Mimisqui® nos dimos la tarea de aclarar este misterioso enigma.
¿Desodorante o antitranspirante?
Antes de saber si debemos tener por nuestras axilas o no, ¿sabes cuál es la diferencia entre un desodorante y un antitranspirante? Aunque pareciera que ambos significan prácticamente lo mismo, no es así.
Un desodorante es aquel que contiene agentes microbianos para neutralizar el aroma que emana del cuerpo, es decir, sirven para evitar el mal olor. Por otro lado, los antitranspirantes contienen estos agentes antimicrobianos, pero también tienen la capacidad de evitar que la sudoración llegue a la superficie de la piel, o sea, evitan que sudes en exceso.
¿Cómo funcionan los antitranspirantes?
Un antitranspirante se compone principalmente por sales de aluminio que se disuelven a través del sudor, formando pequeños tapones que cubren la parte superior de las glándulas sudoríparas. De esta manera, la cantidad de sudor que emana de tu piel disminuye considerablemente.
Los antitranspirante en aerosol o en roll-on contienen clorhidrato de aluminio, mientras que los de barra o gel circonio de aluminio. Para las personas que padecen de hiperhidrosis (es decir, las personas que tienden a sudar en exceso), se les ofrecen antitranspirantes con cantidades más altas de clorhidrato de aluminio.
El aluminio es capaz de penetrar las capas de piel que cubren al cuerpo y llegar hasta la sangre. Es por ello que se han realizado innumerables estudios buscando la relación entre el uso de antitranspirantes con enfermedades como el Alzheimer y problemas neurológicos aunque, hasta la fecha, ninguno de ellos ha confirmado este supuesto.
El cáncer de mama y los parabenos
Desde 2002 se realizaron múltiples estudios para comprobar la posible relación que existe entre el cáncer de mama y el uso de parabenos (sustancias utilizadas como conservantes de productos estéticos, como los desodorantes y antitranspirantes). Se encontró que efectivamente existe una relación entre los parabenos y alteraciones en el sistema endocrino, al igual que la presencia de estos en tumores mamarios.
Afortunadamente, este tipo de sustancias producen alteraciones que perjudican a nuestro cuerpo únicamente si se administran en altas cantidades. Además de que no hay resultados científicos concluyentes que afirmen que estos productos provoquen cáncer de seno.
Ahora ya lo sabes, aún no existen pruebas contundentes de que el uso cotidiano de antitranspirantes sea causante cáncer, sin embargo, no debes de olvidar leer las recomendaciones y precauciones de uso, pues también contienen sustancias (como el alcohol) que podrían irritar tu piel.