La salud mental, ¿realmente importa?

Conocemos mucho acerca de la importancia de gozar de buena salud física, por ejemplo, estamos acostumbrados a que se nos diga la importancia de hacer ejercicio y tener una buena alimentación, los cuales son pilares fundamentales para evitar tener malestares y enfermedades. Pero, ¿qué hay de nuestra salud mental?

¿Qué es la salud mental?

La salud mental es el bienestar que una persona experimenta como resultado de un adecuado funcionamiento en sus aspectos cognitivos, afectivos y conductuales, cuyos son esenciales para poder convivir, trabajar y hacer actividades recreativas.

Desafortunadamente, entre todas áreas de la salud existentes hasta la fecha, la salud mental es la menos reconocida, a pesar de que:

  • 450 millones de personas sufren de un trastorno mental o de la conducta.
  • Alrededor de 1 millón de personas se suicidan cada año.
  • 4 de las 6 causas principales de los años vividos con discapacidad son resultado de trastornos neuropsiquiátricos (depresión, trastornos generados por el uso de alcohol, esquizofrenia y trastorno bipolar).
  • 1 de cada 4 familias tiene al menos un miembro afectado con un trastorno mental.

Cabe destacar que estos problemas de salud mental pueden afectar a cualquier segmento de la población. Sin embargo, estos ocurren principalmente a:

  • Personas de bajos recursos económicos
  • Personas en situación de calle
  • Desempleados
  • Víctimas de violencia
  • Migrantes y refugiados
  • Poblaciones indígenas
  • Mujeres maltratadas y/o violentadas
  • Adultos mayores abandonados

Desde el punto de vista económico, las personas con una enfermedad mental pueden costar hasta 4.2 veces más en cuanto a gastos por salud o por pérdida de productividad. Lo peor aún es que ésto no es información nueva, pues desde 1996 se sabe que las enfermedades mentales son las más costosas.

“Las personas con trastornos mentales suelen ser víctimas de violaciones de los derechos humanos, estigma y discriminación, dentro y fuera de las instituciones psiquiátricas.”

Otro gran problema es que los trastornos mentales no aparecen de la nada, sino que normalmente vienen acompañadas de otras enfermedades, pudiendo también afectar la adherencia al tratamiento, en especial cuando se trata de enfermedades crónicas. Esto debido a que no sólo se trata de la manera en la que lidias con tu enfermedad, sino también la manera en la que tus cuidadores o familiares cercanos te trata.

Desde el año 2001, la OMS (Organización Mundial de la Salud) ha creado varios programas que ayudan a impulsar la salud mental, como son: la Campaña Mundial Contra la Epilepsia, la Campaña Mundial de Prevención del Suicidio. Además de la creación de programas para el manejo de la depresión, esquizofrenia, adicciones, epilepsia y otros trastornos neurológicos.

Muchas personas suelen creer que sus problemas emocionales o mentales no son curables o sólo requieren de distraerse un rato para resolver su situación, negándose a recibir asesoría psicológica. Si ese es tu caso, te recomendamos buscar ayuda profesional, verás que te ayudará a sentirte mejor con tu cuerpo, física y mentalmente.

La salud mental también es bienestar.

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