Sí, existe la posibilidad de que tu corazón se rompa, sobre todo si eres mujer, y no nos referimos a un mal de amores sino a un padecimiento real que podría ocasionar un dolor terrible en tu pecho.
El síndrome de corazón roto, conocido médicamente como Miocardiopatía de Takotsubo, es un padecimiento que debilita tu ventrículo izquierdo, la parte de tu corazón que se encarga de impulsar la sangre hacia las arterias que la distribuirán por todo tu cuerpo; y que según afirman los doctores, es resultado de estrés.
Sí, leíste bien. Estrés. Cuando nos estresamos, nuestro cuerpo produce hormonas, como la adrenalina, que aturden a nuestro corazón y pueden provocar cambios en las células que componen el músculo cardíaco o los vasos sanguíneos, impidiendo así la contracción del ventrículo izquierdo (y por lo tanto el bombeo de sangre).
El estrés emocional o físico severo es la principal razón por la que tu corazón puede verse afectado, en especial si:
- Tuviste una caída repentina en la presión arterial
- Padeces alguna enfermedad grave, cirugía o procedimiento médico
- Has sufrido violencia doméstica
- Recibiste malas noticias
- Estuviste en algún accidente automovilístico
- Has perdido inesperadamente a un ser querido
- Tuviste pérdidas financieras
- Sentiste un miedo intenso
- Tienes pánico de hablar en público
Más del 90% de los casos de “corazón roto” se presentan en mujeres de entre 58 y 75 años.
Todos estos factores, o cualquiera que te provoque un estrés excesivo, puede causarte dolor en el pecho y dificultad para respirar. Síntomas que se parecen a los de un ataque cardíaco, sin embargo, a diferencia de éste, tus arterias coronarias no están obstruidas. Si se hace un ultrasonido de tu corazón después de este “ataque” se podrá observar que tu ventrículo izquierdo está inflado y parece una pequeña olla.
La miocardiopatía de Takotsubo toma su nombre de una olla que usan en Japón para atrapar pulpos, y que visualmente es idéntica a la forma que adquiere el corazón tras el episodio de estrés.
Pero tranquilo, la mayoría de las veces esta anomalía provocada por el estrés se resuelve en una o cuatro semanas, y tu corazón podrá volver a la normalidad después de unos dos meses con el tratamiento adecuado, y por supuesto, después de aliviar cualquier estrés físico o emocional que haya activado esta anomalía.