¿Te consideras una persona perfeccionista? ¡Atención! En algunos casos, y sólo en algunos, este perfeccionismo puede tratarse más bien de un trastorno obsesivo-compulsivo (TOC). Te decimos cómo identificarlo.
Seguramente ya sabes que esas personas consideradas como perfeccionistas, son aquellas que hacen todo lo posible para llegar a determinados resultados con el mínimo de margen de error en la mayoría o todas las cosas que hacen. Esto incluye ser organizados en sus tiempos, en sus actos y hasta en su forma de ser. Suelen ser aseados y mantienen sus pertenencias bajo un orden específico.
Para quienes no nos consideramos perfeccionistas, quizá este tipo de personas nos parezcan un tanto irritantes. Sin embargo, a veces ese deseo de mantener el control sobre las cosas puede deberse a una necesidad involuntaria. Tal es el caso del trastorno obsesivo-compulsivo (TOC).
¿Qué es el TOC?
El TOC es un tipo de trastorno mental donde quienes lo padecen tienen un patrón de pensamientos, ideas y sentimientos repetitivos y angustiantes (obsesiones) que los llevan a tener comportamientos constantes, repitiendo acciones una y otra vez (compulsiones). Algunos ejemplos de este tipo de comportamientos son:
- Verificar una y otra vez acciones como apagar las luces o cerrar la puerta
- Repetir acciones realizadas hasta cierto número de veces
- Mantener un estricto orden de las cosas
- Lavarse las manos excesivamente
- Limpiar espacios u objetos frecuentemente
- Repetir ciertas palabras en voz baja una y otra vez
- Realizar rutinas de manera estricta, y mediante procedimientos complejos
Generalmente, las personas que padecen TOC comienzan a mostrar síntomas desde la infancia y en la adolescencia.
¿A qué se debe esto?
Desafortunadamente, hasta el momento aún se desconocen con certeza las causas exactas que pueden provocar el trastorno obsesivo-compulsivo. Sin embargo, se cree que el detonante de este tipo de comportamientos son los pensamientos o imágenes mentales que van dirigidos a una necesidad de orden, de limpieza, o de contar y que pueden nacer a partir de tener pensamientos prohibidos como la sexualidad y la religión, por ejemplo.
Por otro lado, se estima que puede deberse a factores biológicos, donde algunas funciones cerebrales no se llevan a cabo adecuadamente, o bien, por causas genéticas (herencia).
De no llevar a cabo este tipo de rituales, quienes padecen de TOC pueden llegar a tener graves estados de ansiedad y sufrimiento. Y a diferencia de los perfeccionistas, intentar ignorar o detener aquellas obsesiones sólo agrava su angustia.
Inclusive, en ocasiones, pueden presentar otro tipo de síntomas como los tics nerviosos (parpadeos de los ojos anormales, ciertas muecas, sacudidas de cabeza o inclusive ruidos).
¿Cómo puedo diferenciar entre perfeccionismo y TOC?
No todas las personas que tienen ciertos hábitos o rituales al hacer cosas padecen necesariamente de un trastorno obsesivo-compulsivo. Las personas que padecen TOC, poseen características específicas que los diferencian del resto.
- No son capaces de controlar sus pensamientos o necesidades por ejecutar ciertas acciones
- Dedican al menos una hora al día para hacer esas acciones
- Al ejecutarlas, sienten un cierto alivio, mas no les genera placer total
- Les afecta a su vida diaria, como las relaciones con su familia, pareja o amigos y laborales; el aprovechamiento de su tiempo, la falta de concentración en la realización de otras tareas (pues aunque no lo deseen, estos pensamientos vuelven una y otra vez)
Entre mayores sean los estados de estrés que se presenten, este tipo de comportamientos pueden ir en aumento. Es por ello que, en caso de presentar algunos de los síntomas anteriores, se acuda con un médico para realizar un examen físico y una evaluación psiquiátrica para descartar otro tipo de trastorno mental. Así que si conoces a una persona que suele tener un ritual para ciertas cosas, no te burles, pues podría no sólo ser “capricho” de una persona perfeccionista.