Oficialmente, el 11 de marzo de 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró esta enfermedad como una pandemia. ¿Esto que quiere decir? Que el COVID-19 se ha esparcido por una extensa zona, afectando considerablemente a una región de la población.
En 2009, la misma OMS había declarado al virus de la influenza A/H1N1 como pandemia, tras haberse reportado en 74 países. Desde ese entonces, México y el mundo no habían experimentado otro evento como éste.
Pero que no cunda el pánico, si bien el COVID-19 se ha esparcido con rapidez, de la población depende que estos virus no se sigan propagando.
¿Cómo? Con sencillas tareas como:
- Lavarse las manos frecuentemente: El jabón es el enemigo no. 1 del coronavirus.
- No tocarse la cara: Nuestras manos están en contacto con gérmenes, así que evitemos esparcirlos en ojos, manos y boca.
- Evitar lugares concurridos: Procuremos permanecer en casa, y salir sólo si es muy necesario. La OMS recomienda estar por lo menos a un metro de distancia de las personas, sobre todo si éstas tosen o estornudan.
- No automedicarse: El COVID-19 no es una bacteria, por lo tanto de nada sirve tomar antibióticos. De hecho, esta enfermedad aún no tiene un tratamiento específico.
- Informarse: ¡Adiós a las fake news! Sólo nos harán entrar en paranoia. Procura buscar fuentes confiables; si ves una noticia trata de corroborar que la información se encuentre en 3 o más medios de comunicación oficiales.
- ¿Qué pasa si te sientes mal?: Si hay tos, fiebre, congestión o dificultad para respirar, deberás ir al médico de inmediato.
¡Combatamos juntos al COVID-19!
Tomemos las debidas precauciones y sigamos las instrucciones de las autoridades internacionales y locales.
Recuerda que una buena higiene es la clave para la prevención.
¡Hasta la próxima!
