La rapidez con que fueron fabricadas las vacunas contra COVID-19 ha traído grandes alegrías y tranquilidad a la humanidad.
Sin embargo, también ha despertado diversas inquietudes con respecto a su eficacia y seguridad, sobre todo porque se ha dicho que las vacunas contra COVID-19 aumentan el riesgo de padecer trombosis.
¿Qué es la trombosis?
Se denomina trombosis a la formación de un coágulo en un vaso sanguíneo (arteria o vena), que impide el flujo de la sangre hacia los tejidos. Su localización típica son las venas de la pantorrilla y del muslo.
La trombosis en el interior de una vena profunda es un fenómeno que podríamos comparar al de la leche cuando se convierte en yogur: la sangre se solidifica y dificulta o impide su circulación habitual.
Trombo
La trombosis venosa es la tercera causa de muerte cardiovascular después del infarto agudo de miocardio y el ictus.
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¿La vacuna contra COVID-19 es peligrosa?
La relación riesgo-beneficio es la información más básica que un regulador como la EMA (European Medicines Agency), necesita para decidir si un medicamento, o en este caso, una vacuna es segura o no.
El riesgo de desarrollar trombosis es muy bajo con unos 86 casos potenciales notificados en Europa de entre más de 25 millones de personas vacunadas hasta el pasado 22 de marzo.
Los datos indican entre 0,5 y 1% por cada millón de personas lo que nos deja una posibilidad del 0,0001%. Un riesgo prácticamente inexistente si tenemos en cuenta que el riesgo de sufrir un trombo como consecuencia de la infección por SARS-CoV-2 es del 16,5%
Con Salud España
Aunque el riesgo es latente, cabe señalar que existen otros medicamentos, e inclusive, algunas prácticas que representan mayor riesgo de presentar trombosis que la vacuna contra COVID-19.
En este Mimigraphic te lo demostraremos. ¡Toma nota!
