¿De repente, mientras te bañabas, descubriste algo que antes no estaba en tus partes íntimas? ¿Tu piel, que antes era lisa, ahora tiene algunos puntos ligeramente elevados o con cambios de color?. Lamentamos informarte que podrían ser verrugas, y sí, son a causa de un descuido en tus relaciones sexuales.
Las verrugas que aparecen en tu zona genital se conocen como condilomas, las cuales se deben al virus del papiloma humano (VPH), en especial del tipo 6 y 11 (hay más de 180 tipos de VPH). Pero, ¿cómo llegaron ahí?
Como ya te imaginarás, el VPH es una enfermedad de transmisión sexual.
El contagio puede ocurrir más fácilmente en personas que tienen diversas parejas sexuales, si tuvieron relaciones a edades tempranas, si fuman o beben alcohol en forma habitual, si están bajo mucho estrés o sus defensas inmunológicas se encuentran bajas.
Las verrugas se localizan en la piel que está alrededor del ano y la vagina, ingles, labios de la vulva o en el pene. También pueden encontrarse en la boca, labios, lengua o dentro de la garganta. Normalmente, las verrugas no ocasionan dolor, pero pueden relacionarse con comezón o sangrado, incluso pueden llegar a ser numerosas y bastante grandes.
Las verrugas pueden parecer inofensivas, pero se recomienda que la persona afectada y su pareja (o todas sus parejas) reciban tratamiento, con la finalidad de prevenir complicaciones para prevenir complicaciones y evitar que se contagien otros. Es MUY importante que el tratamiento lo indique un médico.
¿Por qué es necesario tratarse? Hay que tener en cuenta que la infección por algunos tipos del VPH puede provocar la aparición de cáncer cérvicouterino. De hecho, se recomienda que las mujeres que han tenido verrugas genitales se realicen el estudio conocido comúnmente como Papanicolaou con cierta frecuencia.
Y para la próxima, recuerda mantener relaciones sexuales responsables, usa condón y evita pasar otro mal rato.