Desde siempre nos han dicho que aguantarnos por mucho tiempo las ganas de ir al baño es malo porque puede llegarnos a causar infecciones urinarias o piedras en los riñones, que termina en una visita inmediata al hospital. Pero y por increíble que parezca, la realidad es que ¡no es así!
Las infecciones urinarias son causadas por bacterias que suben a través de la uretra hasta llegar a la vejiga y, en casos más complicados, pueden llegar hasta los riñones y causar varias alteraciones. Entonces, ¿por qué no ocurre lo mismo al aguantarnos las ganas de orinar? Generalmente nuestra pipí es estéril, lo que quiere decir que a pesar de que se acumule mucha dentro de la vejiga, no habrá mayor efecto, pues al no haber bacterias, no existe riesgo alguno de generar una infección en las vías urinarias.
En cambio, los cálculos son causados por diversos factores, pero en realidad se debe a un nivel alto de oxalato de calcio, ácido úrico o estruvita de lo que puede diluir el cuerpo; por ejemplo, el chocolate y las nueces, los cuales son ricos en oxalato de calcio. Además, las personas que consumen demasiados alimentos con alto contenido de Vitamina D o los que se realizaron una cirugía de bypass son más propensos a desarrollar los cristales que después serán los ocasionadores de cálculos.
¿Qué puede pasar si me aguanto las ganas de orinar?
Nuestra vejiga tiene muchos receptores de presión que mandan señales al cerebro de manera continua. Cuando tenemos aproximadamente 500 ml de orina, la presión es lo suficientemente intensa para enviar una señal de necesidad de vaciamiento.
Si se decide conscientemente, se puede relajar el músculo del esfínter, lo que permite dejar salir la orina. Sin embargo, si por varios motivos no puedes orinar en esos momentos, el cerebro recibirá la señal para no permitir el libre paso de la orina. De esta manera, la pipí se seguirá acumulando en la vejiga hasta un punto en el que tu esfínter no podrá contenerse más y, por supuesto, te vas a orinar.
Cuando las personas no pueden aguantarse las ganas de orinar debido a una enfermedad, se le conoce como incontinencia urinaria. Este es un padecimiento muy común en personas con diabetes, esclerosis múltiple, enfermedad de Parkinson, o simplemente la reacción al consumo de algún medicamento. En esos casos habrá fuga de pipí, urgencia, dolor e inflamación y necesitará de un tratamiento médico para controlarse.
Ahora, ya lo sabes. Si sueles aguantarte las ganas de ir al baño no significa que vas a contraer una infección, sin embargo, no tienes por qué pasar por un momento tan incómodo que pueda terminar mojando tus pantalones.