De tantas horas que pasamos en el celular, nuestros dedos empiezan a resentirlo. ¡Auch!
Y es que la postura que ocupamos al escribir o scrollear no es precisamente la más ergonómica, trayendo como consecuencia algunas dolencias y molestias en nuestras manos y dedos, como por ejemplo:
Tendinitis:
Es la inflamación o degeneración de los tejidos blandos alrededor de los músculos y los huesos.
Los tendones son estructuras similares a cordones, ubicadas donde un músculo se estrecha para conectarse a un hueso. Éste transmite la fuerza del músculo al hueso para generar movimiento.
Este padecimiento suele ocurrir en varias partes del cuerpo, pero el uso excesivo del celular hace que las manifestaciones de tendinitis se den en la muñeca y sobre todo en los dedos pulgares.
Dedo o pulgar de gatillo:
El dedo o pulgar o de gatillo ocurre cuando la polea que está en la base de nuestros dedos se engrosa demasiado, comprimiendo al tendón y dificultando el movimiento. Cuando el tendón queda trabado, produce inflamación y dolor.
En el dedo, las poleas son una como anillos que forman un túnel, a través del cual se deslizan los tendones, de manera muy similar a las cañas de pescar.
Evitemos lesionar nuestros dedos
Sabemos que el celular no sólo es un medio de comunicación o un dispositivo de entretenimiento, sin duda, en muchas ocasiones es nuestra herramienta de trabajo de la cual resulta casi imposible prescindir.
Sin embargo, así como el uso de la computadora te recomendamos que moderes su uso y sigas algunas recomendaciones para evitar futuras lesiones como las que te hemos platicado:
- Evita permanecer en una misma posición demasiado tiempo. Toma descansos o cambia de posición cada 20 a 40 minutos.
- Procura realizar ejercicios como estiramientos de articulaciones, manos y dedos.
- Masajea tus dedos y manos durante tus descansos.
- Si te es posible, procura mandar notas de voz, en lugar de textos.
- En cuanto sientas dolor o molestias en las manos, suspende tu actividad en el celular.
Como ya es costumbre en Mimisqui, te recomendamos acudir con un especialista para un diagnóstico, abordaje y tratamiento adecuado.
¡Hasta la próxima!