Muchos hemos comido más de lo que el cuerpo necesita para funcionar. Ya sea durante una fiesta o porque el platillo estuvo muy rico y deseamos una porción extra. Pero hay personas que presentan, de manera habitual, descontrol al comer, lo que provoca afectaciones emocionales y físicas. |
¿Es hambre, antojo o trastorno por atracón?
Es común el uso de términos incorrectos para nombrar los comportamientos que tenemos con la comida. Para un mejor tratamiento, estilo de vida y cuidado de la salud, es importante identificar qué es el hambre, un antojo y un trastorno alimenticio.

Durante los episodios de atracón, las personas pueden experimentar:
- Vergüenza, culpabilidad y tristeza por comer en exceso.
- Prometer no volver a hacerlo.
- No parar de comer aun cuando se siente lleno o sin hambre.
- Comer a escondidas.
- Comer cantidades exuberantes de alimentos durante periodos específicos, al menos una vez a la semana durante mínimo 3 meses.
¿Es bulimia?
Quienes presentan algún trastorno alimenticio comparten emociones en común, como el miedo, angustia, depresión y ansiedad. Sin embargo, entre los múltiples padecimientos, existen diferencias conductuales.
A diferencia de la bulimia, el trastorno por atracón no necesariamente involucra vómito, ejercicio físico intenso, compensación de calorías adicionales con alimentación restringida en los días siguientes o laxantes, aunque la falta de atención a él puede desencadenar estas conductas.
El trastorno por atracón puede conducir hacia problemas de la salud, por ejemplo:
- Sobrepeso y obesidad
- Dolores de cabeza
- Dolor muscular y en articulaciones
- Depresión
- Problemas en ciclo menstrual
¿Cuál es el tratamiento?
El primer paso hacia una mejor relación con la comida y un estado de salud favorable, es la identificación del problema. Si sospechas que las conductas con la comida generan emociones displacenteras y malestares físicos, acude con un profesional de la salud para un diagnóstico acertado.
A menudo, las personas que lo padecen ocultan los comportamientos y muchos de ellos se observan con normalidad debido a factores socioculturales. Por ello, la revisión de un profesional, así como el cuestionamiento sobre los síntomas, es un punto relevante.
El trastorno por atracón, así como otros de categoría alimenticia, están asociados con la salud mental, por lo que, para su tratamiento, no basta con atención médica nutricional, también es necesaria la psicológica.