Después de haber terminado una larga jornada de trabajo, una actividad física exhaustiva o siempre mirar hacia abajo a nuestro teléfono, los músculos del cuello, los hombros y la espalda terminan por encorvarse y desgastarse, resultando una mala postura de tu cuerpo. Nosotros te diremos cómo mejorar tu postura y las consecuencias que podrías sufrir con el tiempo en el caso de no hacerlo.
Los beneficios de tener una postura correcta
Aunque no lo creas, tener una correcta postura de tu cuerpo no sólo te ayuda a mejorar tu imagen personal, sino que también le puede hacer bien a tu salud. Esto se debe a que te permite realizar tus actividades con mayor energía, controlar tu estrés y la fatiga.
Tener una buena postura no implica únicamente que la espalda esté completamente recta, sino en alinear los huesos, articulaciones y ligamentos con el propósito de que realicen sus funciones naturalmente. Por esta razón, es importante distribuir adecuadamente nuestro peso sobre ambos pies y tener la espalda firme cuando caminemos, estemos sentados, acostados y al hacer ejercicio.
La clave para lograr una buena postura, recae en la posición de la columna vertebral.
Consecuencias de una mala postura
No te asustes, no es que nuestro cuerpo posea una postura completamente recta. De hecho, está definida por la columna vertebral, la cual está conformada por tres curvas: en el cuello, la parte media y baja de la espalda. Por lo que basta con mantener la cabeza erguida sobre los hombros, y estos a su vez estar alineados con las caderas para gozar de una postura que no repercuta negativamente en el organismo.
Por otro lado, de no contar con esta postura y siempre mantenernos encorvados y agachados, nuestro cuerpo se enfrenta a problemas, tales como:
- Desalineación del sistema músculo-esquelético
- Mayor desgaste de la columna vertebral (frágil y con tendencia a lesiones)
- Dolor en el cuello, hombros y espalda
- Falta de flexibilidad
- Problemas de equilibrio
- Y hasta dificultad para respirar
¿Cómo mejorar nuestra postura?
Nuestro cuerpo cuenta con dos tipos de posturas diferentes, la postura dinámica (la manera en la que nos sostenemos al movernos; al caminar, trotar y agacharse) y la postura estática (aquella que tenemos cuando nuestro cuerpo no está en movimiento). Para ambos casos, existen tips muy útiles para rectificar la postura de la espalda y mejorar la condición física.
- Activa tu cuerpo. Cualquier tipo de ejercicio puede beneficiar tu postura, principalmente aquellos que requieren del equilibrio y flexión del cuerpo, tales como el yoga, el tai-chi, etcétera.
- Mantén un peso saludable. El exceso de masa muscular afecta la salud de la columna vertebral, puesto que debilita los músculos abdominales y contribuye al dolor lumbar. ¡Sigue una dieta saludable!
- Utiliza calzado cómodo. El uso de calzado con plataformas o tacones altos dificulta el equilibrio natural del cuerpo y evitando la posición adecuada de tu columna. Busca zapatos cómodos con un altura que no repercuta sobre tu postura.
- Duerme en un colchón cómodo. En ocasiones, el colchón donde dormimos no ofrece el soporte adecuado para nuestra espina dorsal, resultando en una posición incómoda de descanso y con dolor muscular a lo largo del día.
De la misma forma, procura frecuentemente estirar los músculos de tu cuerpo, realizar caminatas breves, relajar tus hombros y tener un buen apoyo en tu espalda cuando estés durmiendo o sentado.
No lo olvides, para corregir tu postura asegúrate de que tu cadera, hombros y rodillas están nivelados y distribuyendo tu peso corporal por igual. Además, el espacio entre los brazos y la cintura debe de ser el mismo en ambas partes del cuerpo, mientras que las rodillas, los tobillos y la cabeza siempre deben de apuntar hacia al frente.
Cambia tu postura al realizar tus actividades diarias. Verás que a largo plazo sentirás menos peso en tus hombros y conservarás la fuerza muscular para realizar tus actividades diarias.
Quizá también te interese leer: Males Godin y cómo evitarlos