Todos sabemos que para prevenir enfermedades y tener una vida sana, el cuidado de nuestro estilo de vida es el primer paso. Para ello llevar una alimentación balanceada es primordial.
Sin embargo, cuando la relación saludable con la comida se convierte en una obsesión, puede conducir a un trastorno de conducta alimentaria, conocido como ortorexia.
¿Qué es la ortorexia?
A menudo se piensa que los trastornos alimenticios están relacionados con la ausencia o exceso de comida. Entre los más reconocidos se encuentran la anorexia y bulimia. La ortorexia, en cambio, es un padecimiento de la misma categoría, pero con probabilidad de ser ignorado, debido a que sus características parecen ser prácticas sanas.
Se trata del hábito de dietas restrictivas, libre de grasas, azúcares y alimentos procesados. Quienes padecen ortorexia, experimentan la obligación de consumir sólo comidas consideradas saludables o de alta calidad.
¿Por qué ocurre?
Las razones para el desarrollo del trastorno son amplias, implican, incluso, factores socioculturales, pero la mayoría de las personas que lo presentan suele iniciar con hábitos de vida saludables para evitar enfermedades cardiovasculares o desequilibrio en el peso.
La presencia de ortorexia puede provocar carencias nutricionales y daños en la salud mental, ya que la obsesión por la comida sana causa se distancien de amigos y familiares que no muestren una vida que consideren sana.
¿Cuáles son los síntomas?
Contrario a otros trastornos de conducta alimentaria, los pacientes con ortorexia muestran señales del trastorno de manera abierta al aconsejar o difundir en sus círculos sociales sus prácticas que, aparentemente, son saludables. Algunos de los síntomas son:
- Preocupación excesiva por todos los alimentos que se ingieren.
- Culpabilidad al incumplimiento de su dieta.
- Dietas estrictas y ayunos rígidos ante la falta de cumplimiento de rutinas.
- Planificación con antelación de comidas con perfeccionamiento y miedo al cambio de éstas.
- Abandono de actividades cotidianas si involucra daños en la planificación alimenticia.
Dar atención a lo que comemos es un acto de cuidado a nuestro cuerpo, pero si sospechas que eso interviene en tu estabilidad emocional y mental, así como la realización de algunas actividades sociales, no dudes en consultar a un profesional de la salud para un tratamiento adecuado y educación nutricional que te permita sentirte en plenitud.