Cada que inicia un nuevo año, es común plantearnos metas y cambios en nuestro estilo de vida. Uno de los propósitos más mencionados es bajar de peso, sobre todo tras el término de la temporada de fiestas, donde abundaron platillos altos en calorías y bebidas con niveles de azúcar elevados.
Con el objetivo de llegar más rápido al peso ideal, muchas personas acuden a distintas “dietas milagro”, las cuales prometen resultados en corto tiempo. Sin embargo, éstas pueden provocar consecuencias graves.
Si tú tienes el mismo propósito, a continuación, te contamos qué debes evitar para lograr alcanzar el peso que deseas sin tener que poner en peligro tu salud:
¿Cuáles son las características de estas dietas?
Existen distintos tipos de “dietas milagro”; desde aquellas que eliminan o reducen los carbohidratos y hasta algunas hipocalóricas donde se suprimen comidas o se incita a realizar ayunos. En general, todas coinciden en lo siguiente:
- Son exageradamente baja en calorías.
- Utilizan términos como “sin esfuerzo”, “sin pasar hambre” o “en tiempo récord” para publicitarse.
- No son indicadas por profesionales de la nutrición.
- No están personalizadas.
- No incluyen otros hábitos en su desarrollo.
- Involucran “productos milagro”, como geles reductivos, laxantes o diuréticos.
¿Cuáles son las consecuencias?
La mayoría de las “dietas milagro” no reflejan daños durante su desarrollo, sino después de llevarlas a cabo. Entre las alteraciones más comunes se encuentran:
- Trastornos de la conducta alimentaria.
- Emociones displacenteras (culpa, enojo o desesperanza).
- Deficiencias nutriciones.
- Efectos rebote.
- Desarrollo de hábitos inadecuados para una vida sana.
La alimentación es parte de la salud física y debe ser valorada por un profesional de la nutrición. No permitas que la prisa por eliminar los kilos de más, así como las promesas de algunas figuras en redes sociales, te conduzca a acudir a prácticas que pasan factura a la salud.
